viernes, 26 de agosto de 2011

Siempre hay alguien.

Siempre hay alguien a quien ayudar.. Una oración nunca estará de más.. Cuando oremos, no debemos olvidar aquellos pueblos que están en desgracia, no debemos olvidar aquellos lugares donde las personas no piensan en que hay un Dios que ve sus actos. Y actuan sin tener en cuenta el preciado valor de la vida. No olvidemos que en todos los lugares hay gente mala que necesita ser tocada por Dios, gente que necesita tener un encuentro cara a Cara con su Creador, para poder llegar a creer En Él. Es algo imprescindible orar por aquellos países que actualmente pasan por amargas tribulaciones, ya sea que las mismas se deban a la la delincuencia, la pobresa, la avaricia, la corrupción... No importa el motivo, siempre debe de haber una oración en nosotros para con los demás.. NUNCA debemos de detener el trabajo que nos Ha Puesto Dios de interceder por aquellos que sufren. Recordemos que tuvo intercesor Jeremías en su tiempo más difícil, cuando pensaba que iba a ser abandonado en aquel pozo.. Dios puso a alguien a interceder por el.

La bendición de Dios es dada a aquellos beneficiados con nuestra intercesión sino cambien a nosotros. Pues Él ve nuestra actitud de amor ante la situación de nuestros hermanos. Es tan duro cuando te pones a pensar en que con cada vaso de agua que traga tu garganta, hay mas de diez personas que tienen más de tres días que no han tomado nada a beber, creo que este es motivo suficiente para orar, por aquellos necesitados.

Tantas personas que son asesinadas cada día, tantas mujeres asesinadas por sus propios esposos, por aquellos que una vez les juraron cuidarlas y protegerlas en la salud y en la enfermedad. Tantos niños maltratados por aquellos responsables a su cuidado; tantas personas que salen a la calle pensando que iban a regresar a su casa después de una jornada de su vida diaria, y no dedicamos dos minutos de nuestro tiempo a esas necesidades.

Me despido con lo siguiente... Pidamos cada día a Dios que ponga de su amor en nosotros para con las demás personas. No permitamos que se apague ese amor, ese cariño hacia las demas peronas.. recordemos que Todos los seres humanos, fuimos nacidos de un mismo hombre (ADAN) y una misma mujer (EVA) así que no importa la diferencia que veas entre tu y cualquier otra persona en este mundo, pues todos somos hermanos. Es hora de olvidar las diferencias socio-culturales que los medios nos han implantado y comenzar a amar sin importar color de piel, denominación, cultura, país o región. Sean todos bendecidos en el Precioso Nombre de Jesus.

viernes, 12 de agosto de 2011

Aceptación incondicional



UNA HISTORIA VERÍDICA

Esta es la historia verídica de una mujer que aprendió lo que es el amor incondicional y decidió compartirla:

Soy madre de tres hijos de 14, 12 y 3 años y recientemente terminé mi carrera universitaria.  La última clase que tomé fue Sociología.  La maestra estaba muy inspirada con las cualidades que yo deseaba ver con las cuales cada ser humano había sido agraciado.

Su último proyecto fue titulado "Sonríe".  Pidió a la clase que saliera y le sonriera a tres personas y documentaran sus reacciones.  Yo soy una persona muy amistosa y siempre sonrío a todos y digo "hola", así es que pensé que esto sería pan comido, literalmente.

Tan pronto nos fue asignado el proyecto, mi esposo, mi hijo pequeño y yo fuimos a McDonald's una fría mañana de Marzo, era la manera de compartir un tiempo de juego con nuestro hijo.  Estábamos
formados esperando ser atendidos cuando de repente todos se hicieron para atrás incluso mi esposo.

Yo no me moví una pulgada y un abrumador sentimiento de pánico me envolvió cuando di vuelta para ver qué pasaba.

Cuando giré percibí un horrible olor a "cuerpo sucio" y junto a mí estaban parados dos hombres pobres, cuando miré al pequeño hombre que estaba cerca de mí, él sonreía, sus hermosos ojos azul
cielo estaban llenos de luz de Dios buscando aceptación.

Él dijo:  Buen día, mientras contaba las pocas monedas que traía.  El segundo hombre manoteaba junto a su amigo, creo que era retrasado mental y el hombre de ojos azules era su salvación.

Contuve las lágrimas.  La joven despachadora le preguntó qué quería.  Él dijo "café, es todo señorita", porque era para lo único que tenían, ya que si querían sentarse en el restaurante para calentarse un poco, tenían que consumir algo.

Entonces, realmente lo sentí, el impulso fue muy grande, casi alcanzo al pequeño hombre para abrazarlo, fue entonces que sentí todas la miradas en mí, juzgando mi acción.

Yo sonreí y le pedí a la joven despachadora que me diera dos desayunos más en charolas separadas y caminé hacia la mesa donde estaban los dos hombres sentados, puse la charola en su mesa y mi mano sobre la mano fría del pequeño hombre, él me miró con lágrimas en los ojos y dijo... "gracias".

Yo me incliné dando palmaditas en su mano y le dije:  "no lo hice por ustedes, Dios está aquí actuando a través de mí para darles esperanza".

Comencé a llorar mientras caminaba para reunirme con mi esposo e hijo.

Cuando me senté mi marido me sonrió y dijo:  "es por eso que Dios te dio para mí, cariño, para darme esperanza".  Nos tomamos de las manos por un momento y en ese instante supimos la Gracia con la que fuimos bendecidos por ser capaces de dar.

Ese día me fue mostrada la luz dulce y amorosa de Dios.  Yo regresé a la universidad a la última clase nocturna, con esta historia en mano.

Entregué mi proyecto y la instructora lo leyó, entonces me miró y preguntó:  ¿Puedo compartir esto?  Yo asentí lentamente mientras ella pedía atención de la clase.

Comenzó a leer y me di cuenta que nosotros, como seres humanos y siendo parte de Dios, compartimos esta necesidad para sanar a la gente y ser sanados.

A mi manera, se lo hice sentir a la gente en McDonald's, a mi esposo, hijo, a la maestra y a cada alma en el salón de clases esa última noche como estudiante.

Me gradué con una de las lecciones más grandes que jamás hubiera aprendido, la ACEPTACIÓN INCONDICIONAL.